Historia de la Hermandad de la Santísima Cruz de Granja de Rocamora
La fiesta de la Invención (o hallazgo) de la Santísima Cruz, celebrada en el Occidente cristiano el 3 de mayo, en Granja de Rocamora se celebra desde época inmemorial con gran solemnidad. Al principio fue una festividad solo religiosa y de reafirmación de la fe cristiana, tanto para la familia Rocamora, que ostento durante siglos el señorío del lugar, como para los cristianos viejos. Tras la expulsión de los moriscos a comienzos del s. XVII la devoción a la Santísima Cruz cobro más importancia, pues muchos de los nuevos pobladores, asentados en estas tierras en régimen de enfiteusis, eran cristianos viejos; y según aparece en las memorias documentales de las Visitas Pastorales que realizan sucesivamente en el tiempo los Obispos de Orihuela al lugar de la Granja. Después de la celebración del II Sínodo de la Diócesis de Orihuela y de elegir la ermita inicial en Iglesia Parroquial en 1602 por la bula del Papa Clemente VIII- siempre son recibidos por la Reliquia, el Lignum Crucis o la Santísima Cruz.
Las primeras referencias documentales de adoración a la Reliquia corresponden a las Visitas Pastorales que realizo el obispo de la diócesis de Orihuela D. Bernardo Caballero de Paredes el día 9 de noviembre de 1628 y el 8 de mayo de 1632 (1). En las dos, literalmente, figura que el obispo: “… habiendo adorado la Reliquia…”
En la Vista Pastoral que realizo D. Antonio Sánchez del Castellar, obispo de la Diócesis, a nuestra localidad el 1 de mayo de 1693 se dice que “… adoro la Santísima Cruz…”; y en el inventario de la visita se documenta la existencia de “…una Cruz de plata para conjurar…”(2). Asimismo en la Visita que el día 13 de octubre de 1700 realizo “…el Señor Licenciado Don Joseph Ruiz Villafranca Canónico de la Santa Iglesia de Orihuela, sede Episcopal vacante, Visitador nombrado para las villas y lugares de Callosa, Albatera, Cox, Granja, Benferri y Redovan…” figura nuevamente en el inventario de la parroquia: “la Cruz de plata para conjurar” (3). Entre las órdenes y mandatos que el visitador indica en su informe al párroco se señala acerca de la fiesta de la Santísima Cruz:
“…Otra cosa le ordenamos y mandamos a dicho Rector que hoy y por tiempo fuere, ponga especial cuidado siempre que fuere necesario el conjurar los malos aires y expeler las tempestades que por su malicia amenazan destruir las cosechas y de no hacerlo se experimentan grandes ruinas en las cosechas y además de ello el desconsuelo que los feligreses padecen; que de no hacerlo serás castigado por ser materia grave (importante) y tocar directamente a la obligación del oficio…”
Posteriormente en el acta de la Visita que realizo el día 3 de mayo de 1817 como Visitador D. Jose Rico y como Secretario de la Visita D. Jose Mira, en nombre del obispo de la Diócesis Don Simón López, en el apartado del inventario y mandatos, en la pag. 11 se habla de: “…una Cruz de plata, donde mandamos que se coloque inmediatamente el Lignum Crucis” (4).
El rito de la Bendición de los Aires, también conocido como la Bendición de los Términos o Bendición de las Aguas en otros municipios, que tiene ancestralmente la finalidad de proteger a los seres humanos de toda clase de enfermedades y desastres naturales que perjudiquen la productividad de los campos, aparece íntimamente ligado al desarrollo de la festividad de la Stma. Cruz. Llevada en procesión la Cruz que porta la reliquia desde la iglesia parroquial hasta la ermita de la Santísima Cruz, situada en las afueras de la población en dirección a Redovan, allí se realiza la bendición de los aires. Con el tiempo al cortejo de la Santísima Cruz se incorporo la soldadesca, grupo de personas en principio de origen militar (posiblemente una milicia concejil que tiene su orígenes en los tercios), para rendir honores a la Santísima Cruz. Esta soldadesca se fue conformando en el tiempo por Capitanía, Abanderados, Ángeles y Arcabuceros (durante el siglo XX y parte del XIX se denominan Trabuqueros, aunque el trabuco nunca fue arma reglamentaria por la milicia). Posteriormente surgirá la subasta anual de la Capitanía y de las Banderas, para recaudar fondos junto a otras actividades.
Con la Guerra Civil española desaparece el Lignum Crucis. Sin embargo la fiesta de la Santísima Cruz siguió celebrándose el día 3 de mayo, conforme a la tradición recibida y agregándose a la festividad mayor numero de actos festivos cívicos hasta convertirse en la actualidad en la fiesta mayor del pueblo de Granja de Rocamora.
El actual Lignum Crucis fue solicitado a Roma en 1995 por el cura párroco de Granja de Rocamora D. Jose Ruiz Costa, con la mediación de D. Ildefonso Cases Ballesta y la aprobación del entonces Obispo Diocesano Ilmo. Sr. D. Francisco Álvarez Martínez. Una nueva reliquia de la Santísima Cruz de Ntro. Sr. Jesucristo fue enviada al pueblo de Granja de Rocamora el día 30 de marzo de 1995, junto al documento que la autentifica.
La constitución de la Hermandad de la Santísima Cruz quiere ser muestra de la ininterrumpida devoción de este pueblo de Granja de Rocamora a la Santísima Cruz y de la inquietud, nacida últimamente, por mostrar y salvaguardar, enaltecer y aunar en torno al Lignum Crucis, verdadera reliquia del madero salvador y árbol de vida que condensa en si el misterio santísimo de la Pascua del Señor Jesús, a los cristianos de este pueblo para mayor gloria de Dios y del signo vencedor de su amor misericordioso, la Santísima Cruz (hoc vinces).
Esta Hermandad se erige ahora como nueva, pero en realidad a principios del siglo XX tenemos constancia de la existencia de una Hermandad de la Santísima Cruz de Granja de Rocamora por el testimonio material de objetos (cruz con lazo rojo, ornamento de las bandas) y testimonio de personas como D. Enrique Jover Martínez y D. Pedro Pérez Ramón, siendo uno de sus presidentes el tío Burriana. Esta Hermandad desapareció con los acontecimientos históricos que se dieron en el primer tercio del siglo XX.
Esperamos ser dignos sucesores de aquellas personas y potenciar la devoción a la Cruz cada día más.