Las localidades darán a conocer la ruta de los Lignum Crucis con actividades religiosas y culturales.
El recién abierto camino de los Lignum Crucis fue ayer el motivo por el que la localidad alicantina de Granja de Rocamora se hermanó con Abanilla, Ulea y Caravaca, ahora unidas por la Santísima Cruz que se venera en cada una de las poblaciones.
La ceremonia se inició con una eucaristía presidida por el obispo de diócesis de Orihuela-Alicante, monseñor Palmero Ramos, que tuvo unas palabras de recuerdo para la joven de Granja, Rebeca Rocamora, Sierva de Dios y en proceso de canonización, que pidió cuando estaba enferma el poder adorar la sagrada reliquia. Asimismo, animó a los vecinos a que una cruz de impedidos pueda visitar a los enfermos.
Al terminar la eucaristía tuvo lugar la bendición del nuevo relicario que lucirá el Lignum Crucis, que se venera en la ciudad de la Vega Baja desde 1995. Seguidamente se firmó el acuerdo de hermanamiento entre las ciudades, un convenio de colaboración para difundir mediante actividades culturales y religiosas el camino de los Lignum Crucis y la veneración en estas localidades de la Vera Cruz. También se acordó apoyar a la difusión de la historia y las costumbres populares, el desarrollo de productos turísticos, acciones de voluntariado, participación común en ferias de turismo y los intercambios de escolares.
Al finalizar el hermanamiento se trasladó la reliquia hasta la ermita donde se custodia durante todo el año. Allí, el obispo realizó la bendición de los aires y las salvas de trabuqueros de la localidad. A continuación se enarbolaron las banderas de la localidad y los arcabuceros de Abanilla, junto a sus capitanes, rindieron un homenaje y salvas a la reliquia.
Lunes 14 de junio de 2010 – laopiniondemurcia.es